La industria del automóvil, la construcción naval las empresas de ingeniería, el sector metalúrgico, la construcción; en fin, todos los utilizadores del acero, rechazan la subida de los precios porque amenaza gravemente la tan ansiada recuperación económica.
Desde Alemania a la India, patronales, sindicatos y políticos denuncian el proceso especulativo desencadenado, el cual tuvo su origen en la subida de los precios del mineral de hierro y, en menor medida, en la del carbón térmico.
Con la fábrica del mundo -China- importando por primera vez en seis años más que exportando. Con los astilleros de Corea del Sur y Turquía en graves dificultades, dada la cancelación y retraso en entregas que plantean las compañías navieras que ven llegar a sus flotas los barcos que encargaron en el periodo de auge y que ahora no precisan. Con la industria del automóvil dependiente de los incentivos a la compra. Con un 40% de la capacidad mundial de producción de generadores eólicos ociosa. Con la construcción en crisis. ¿Cómo puede explicarse la subida del acero? Sólo en clave especulativa y cortoplacista.
Quienes sostenemos que el mercado no está en condiciones de absorberla y que, por tanto, no es sostenible, nos basamos en datos ciertos. Entre ellos, la tendencia bajista desde mediados de marzo del Dry Baltic Index -indicador de cotización de los fletes transoceánicos-.
Bastará con que en los próximos días el primer 'trader' baje un precio para que la tendencia cambie y estos vuelvan a situarse sobre la curva de regresión.
¿Habrá tenido algo que ver este proceso especulativo desencadenado sobre las materias primas con el interés de las autoridades chinas en no revaluar el yuan? Probablemente.
Logrado el objetivo, esto es, alcanzado el déficit comercial en marzo, ¿retornarán los precios a la línea de tendencia? Confío en ello, y además sería lo deseable.
Fuente: elcomerciodigital.com
21.04.10 - 03:19 - JUAN JOSÉ DEL CAMPO GOROSTIDI DOCTOR INGENIERO DE MINAS